Exvicepresidente de EEUU pide reconsiderar TLC con Nicaragua por la persecución religiosa

Mike Pence Pence argumentó que Estados Unidos debería modificar su acuerdo comercial con Nicaragua si el régimen de Ortega no deja de atacar al clero y religiosos católicos.

Mike Pence, exvicepresidente de EEUU.

El ex vicepresidente estadounidense, Mike Pence condenó el martes la persecución anticatólica del dictador nicaragüense Daniel Ortega y demandó reconsiderar el Tratado de Libre Comercio con Nicaragua como medida de presión ante los ataques de la dictadura.

“Tenemos en Estados Unidos… un acuerdo de libre comercio con Nicaragua. Somos la economía más poderosa del mundo y soy alguien que cree en el libre comercio con naciones libres. Y debemos dejarle claro a Nicaragua que comenzará a respetar la libertad religiosa de las personas de todas las religiones en Nicaragua o nuestra relación cambiará”, dijo Pence.

Los comentarios fueron hechos en en la Cumbre Internacional de Libertad Religiosa, una reunión anual de legisladores y defensores de los derechos humanos en Washington, argumentando que Estados Unidos debería modificar su acuerdo comercial existente con ese gobierno si continúa su persecución religiosa.

“Creo que ha llegado el momento de que Estados Unidos le deje claro a Nicaragua que no toleraremos acciones contra la represión de líderes eclesiásticos y líderes religiosos en Nicaragua sin consecuencias”, dijo el exvicepresidente Pence.

El régimen de Ortega ha perseguido a la Iglesia católica en Nicaragua, ha encarcelado obispos y sacerdotes, cerrado medios de comunicación y confiscado fundaciones, centros de asistencia social y otras propiedades de la Iglesia. Cerca de 200 sacerdotes y religiosas han tenido que exiliarse por la persecución de la dictadura Ortega-Murillo.

El caso más emblemático fue el del obispo de Matagalpa y Estelí, Rolando Álvarez, quien fue sentenciado en febrero de 2023 a 26 años de prisión un día después de negarse a ser deportado a Estados Unidos junto con más de otros 200 presos políticos nicaragüenses. El Papa Francisco denunció públicamente la sentencia del obispo Álvarez y la deportación de nicaragüenses de su tierra natal. El Vaticano cerró el  año pasado su nunciatura en Nicaragua después de que el gobierno de Ortega propusiera suspender las relaciones diplomáticas con la Santa Sede.

El obispo Álvarez, junto con otros 18 clérigos, fue exiliado y deportado a Roma a principios de enero, después de pasar más de 500 días en prisión.

Pence reiteró esos comentarios mientras respondía una pregunta separada sobre la respuesta de Estados Unidos a la represión de China contra los uigures.

“Realmente creo que la naturaleza de nuestra relación económica debería estar ligada a promover los intereses de nuestro país con naciones que comparten nuestros valores fundamentales y defender a los uigures que han enfrentado represión, han sido acorralados en campos, esterilizados a la fuerza, pastores cristianos, iglesias que han sido quemadas hasta los cimientos y otras minorías religiosas”, dijo Pence, argumentando que tales asuntos exigen “claridad moral” por parte de Estados Unidos.

Pence hizo comentarios similares sobre Nicaragua cuando era vicepresidente. En comentarios de 2018, Pence dijo que Ortega “prácticamente está librando una guerra contra la Iglesia católica”.

También en 2018, Pence habló con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, para condenar la violencia en Nicaragua.

Los organizadores de la Cumbre Internacional sobre Libertad Religiosa dijeron que buscarían reunir “una amplia coalición que apoye apasionadamente la libertad religiosa en todo el mundo”.

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